Fundamento
Los Servicios de Asesoramiento al Regante se crean con el ánimo
de fomentar un manejo conservacionista de los regadíos, y de
dar soporte técnico real a los aspectos energéticos y
ambientales de los mismos.
Para ello es preciso aplicar una serie de medidas correctoras, que normalmente
se resuelven en la fase de diseño de los proyectos. Sin embargo,
resulta sumamente importante tener en cuenta también otra serie
de medidas preventivas y correctoras durante la fase de utilización
de las obras en base a racionalizar la explotación de las parcelas
en regadío y el uso de las instalaciones. La reducción
de la intensidad energética es un objetivo prioritario para cualquier
economía y con más razón en España donde
la intensidad energética aumenta cada año a un ritmo elevado.
Los objetivos de minimización de impactos durante esta fase pueden
conseguirse siguiendo unas normas lógicas (aunque no siempre
conocidas por los usuarios) en la práctica del riego: utilización
racional del agua, control en el aporte de fertilizantes, fitosanitarios
y pesticidas, laboreo de suelo tendente a evitar la erosión,
etc.
Para
conseguir estos objetivos se hace cada vez más necesario que
los nuevos regantes cuenten con un asesoramiento técnico como
medida correctora en los Planes de Vigilancia Ambiental, con objeto
de minimizar las posibles afecciones causadas por la práctica
del riego. Estas medidas se encaminan principalmente en dos direcciones:
•
Mantenimiento y conservación de las instalaciones en orden a
la disminución de consumos energéticos y de costes.
•
Explotación de las parcelas de regadío, su manejo y control.
Para la consecución de este propósito va a ser primordial
el asesoramiento técnico especializado y cercano, articulado
a través de los Servicios de Asesoramiento al Regante
(SAR) implantados en distintas Comunidades Autónomas,
que dé a conocer estas medidas a los usuarios del regadío
y que clarifiquen de qué forma se han de poner en práctica.
Funciones del SAR
Una herramienta fundamental para racionalizar, desde el punto de vista
ambiental, la explotación de las parcelas en riego y el uso de
las instalaciones puede encontrarse en las funciones informativa y de
control del Servicio de Asesoramiento al Regante, siempre que éstas
se integren dentro de los Planes de Vigilancia Ambiental.
Las principales actividades a desarrollar por el SAR dentro de este
marco de actuación se resumen en el siguiente cuadro:
La
información de los SAR va dirigida a los usuarios del agua de
riego que, o bien son individuales o bien se constituyen en Comunidades
de Regantes, las cuales pueden, si su dimensión lo permite, disponer
de su propio Servicio de Asesoramiento.
Se
considera de sumo interés que en la formación de los regantes
se establezcan módulos demostrativos de fertirrigación,
por la incidencia que su correcto manejo tiene en la disminución
de la contaminación difusa.
Cálculo de necesidades
de agua
Se considera el núcleo básico de cualquier SAR la difusión
de las necesidades de agua.
Aunque existen sistemas clásicos como el tanque evaporimétrico,
apropiado para fincas particulares o experimentales pero de difícil
automatización, se tiende hacia la utilización de sistemas
más complejos y para ello se considera como metodología
más adecuada la denominada “programación de riegos”,
procedimiento que tiene como finalidad el que el regante aplique a sus
cultivos la cantidad de agua necesaria en el momento apropiado.
Si se pretende calcular las necesidades de agua de losm cultivos con
un grado correcto de precisión, resulta fundamental contar con
una red de estaciones agroclimáticas
automáticas que sean representativas de las diferentes zonas
de riego.
Se recomienda una estación cada 5.000 ha de promedio, aunque
en función de la orografía pueden alcanzarse superficies
mayores del orden de 10.000 ha.
Las recomendaciones de riego efectuadas pueden posteriormente controlarse
mediante sondas TDR, métodos gravimétricos y otros más
sofisticados, así
como por la evolución general y respuesta del cultivo.
Difusión
de la información
Lo habitual es que el Servicio de Asesoramiento al Regante facilite
recomendaciones de riego con periodicidad semanal.
Los regantes pueden obtener la información a través de
diversos medios de comunicación: diarios, emisoras de radio y
TV, así como en las propias comunidades de regantes, cooperativas
y ayuntamientos.
Es aconsejable que estas recomendaciones puedan ser consultadas también
por INTERNET tal y como se hace en varias Comunidades Autónomas.
No se concibe un programa de ahorro y eficiencia energética que
no incluya entre sus acciones la implantación de los Servicios
de Asesoramiento al Regante. El manejo de los regadíos desde
el punto de vista hidráulico, energético y medioambiental
lo exige.
Estos Servicios de Asesoramiento al Regante deben estar coordinados
con la red SIAR (11) del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación,
que informa en tiempo real de las necesidades de agua de los cultivos.
A su vez, estos datos han de servir para que la Administración
Hidráulica pueda planificar los desembalses con información
fiable, o controlar extracciones en
acuíferos de forma que se evite su sobreexplotación.